Consigo, ante sí

Ludovico Einaudi - Nuvole Bianche

Una vez más, una persona conociéndose a sí misma.
Una vez más, y otra, y otra... Y nunca dejar de conocerse, nunca dejar de sorprenderse uno mismo con todo lo que uno esconde.
Dejar de pensar en todo y pensarse a sí mismo. Interiorizar, descubrir, aprender.
Dejar el exterior para darse cuenta de lo que estamos hechos, de quienes estamos hechos y quienes nos han hecho. Dejarlo todo para pensar sólo en esas cosas, esas personas, esos alguien que una vez nos hicieron ser y nos descubrieron realmente, y así uno descubrirse a sí mismo.
Descubrirse cuando más se siente, cuando se siente por algo tristeza o felicidad o rabia o pena. Descubrirse cuando sientes porque ese algo que te ha hecho sentir de repente es algo en tu vida y no lo sabías, porque hasta que no lo sentiste no descubriste que eras, que sentías.
Descubrir que eres cuando estás, pero cuando estás contigo mismo estando rodeada de desconocidos o no tan desconocidos.
Estando tú ante ti en la soledad y descubrir qué sientes al estar así; estando tú contigo y con alguien más y descubrir que sientes por alguien más y no sólo por ti.
Interiorizar y dudar más de ti que del exterior. No saber qué es todo eso que guardas hasta que sale y lo enfrentas, y temes de ti mismo, y eres fuerte, lo superar, y aprendes.
Y interiorizar y dudar aún más de ti, una y otra vez. Y seguir dudando después de haber aprendido. Y descubrirte cambiando por esas cosas, esas personas, esos alguien que una vez te hicieron y te vuelven a hacer.
Y aprender que no sólo eres tú y que tú sólo sigues aprendiendo.
Y serlo todo y aún así encontrarse uno mismo consigo y ante sí y no ser nada, porque lo único que tienes claro es que eres pero no sabes el que, ni por que cosas, ni por que personas, ni por que alguien te has hecho y te has acabado haciendo tú, tu tú mismo actual, y los tú que acabarás siendo y acabaran pasando con todo lo que te queda por aprender.
Por todo lo que nos queda por vivir y por ser; por todo lo que no nos permitimos ser por esas cosas, esas personas y esos alguien, y por esa cosa, esa persona y ese alguien que sí nos ha permitido poderlo ser.
Por ese rato contigo y con todo ante ti, porque siempre estarás contigo aún sin saber quien eres y siempre habrá algo ante ti a lo que no le des importancia y te esté haciendo ser.