lunes, 26 de octubre de 2015

El miedo a sentir demasiado.

Y un día lleno de sorpresas, ella se sorprendió a si misma. Pero no lo hizo sola. Fue aquel día, aquel momento, aquella persona. Fue ella la que cambió, la que quiso que todo sucediera sin pensar en un después no muy lejano.
Algo fue diferente porque todo se le puso delante, porque por una vez, tuvo que tirarse al vacío, a lo desconocido, y lo hizo. Todo fue diferente porque no eligió lo de siempre y eso la cambió. Todo cambió. Pero cuando todo cambia, entra el miedo a lo nuevo. Tal vez un día somos valientes y tenemos el valor de volar porque la vida nos ha dado las alas, pero igual que nos las da, nos las quita, y al día siguiente cuando tienes que enfrentarte a las consecuencias de ello, lo haces tú sola. La vida sigue y ya sólo tienes delante dudas y decisiones, porque la vida es decidir, y pensamos que es difícil, pero decidir es fácil y lo difícil es aceptar esa decisión. Lo que esconde toda decisión son los sentimientos que te hacen escoger una cosa o otra, y te das cuenta de que el miedo a algo nuevo, al cambio que no esperabas, son sentimientos que estás sintiendo y no sentías, y sentir demasiado da miedo, porque si sientes, pierdes.
Podemos tomar decisiones que no sentimos, pero luego también hay que enfrentarnos a cosas, momentos, y muchos otros pensamientos que no queremos. Sentir es perder, pero si no sientes ¿qué ganas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario