Tu puedes decidir si quieres lanzarte al amor o no, pero cuando ya lo sientes, no tienes otro remedio que estar enamorado, y estar enamorado es precioso mientras vives en la ignorancia.
Cuando quieres a alguien, puedes decírselo o no, puedes saber lo que siente o no, pero mientras vivas con esa duda, con esa esperanza, todo estará bien. El problema es que no se puede vivir siempre en la ignorancia. Hay que actuar, y cuando actúas, esperas una mínima respuesta. Solo esperas eso, y si no la recibes, entras en un caos, un estado de confusión del que no puedes salir sin ayuda. Pero si la otra persona se resigna a ayudar, ya no hay salida.
Y yo, después de tanto esperar, sólo intento odiarte. Y te prometo que lo hago. Te odio por no poder ni contestar, por sólo resignarte a saber, a salir de la ignorancia y dejarme aquí sola, en este caos que he creado con tu ayuda. Y te odio. Pienso en ti y ojalá todo fuera más fácil y en mi cabeza tuviera una respuesta más clara, pero sólo quiero odiarte, y no puedo. Porque yo digo que te odio, y lo siento, siento todo el odio dentro de mi y a veces me hace a explotar, me siento impotente y querría molestarte hasta obtener respuesta, pero detrás de tanto odio, está mi orgullo, que se niega a volver a mirarte. Y aunque no me quede nada, vuelvo a caer, te miro y me hago fuerte de nuevo.
Llámame tonta, o tal vez ingenua, pero no puedo evitarlo. No puedo evitar odiarte, y necesitarte a la vez. No me gusta pensar que lo sabes, que me ves y te quedas igual. Algo en tu cabeza debe estar torturándote, porque si no, no entiendo como puedes salir de la ignorancia para quedarte tan tranquilo, como si la vida siguiera igual después de todo. Y ojalá te estés torturando como lo hago yo, ojalá estés hecho un caos como lo estoy yo, pero ahora está hablando la esperanza que me queda al verte, la cual es destruida por el odio que te tengo, y descubro que realmente no sientes lo mismo.
Y finalmente no te deseo el mal. Sólo quise saber lo que pensabas, lo que sentías, y te callaste cuando más necesitaba que hablaras. Pero a pesar de todo, sé que si dices ven, lo dejo todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario