A veces leemos un libro o vemos una película y acabamos llorando, esas películas que acaban demasiado bien, con lo bien que estaban al principio. Esas historias de amor que al principio son todos felices, pero que finalmente muere un amigo, se separan y todo va mal. Esas historias que envidias; esas historias preciosas que tu también quieres vivir; tener a ese chico abrazado por detrás; estas con el en la moto y sentir que todo a parado; sentir ese beso por la mañana después de una bonita noche, y ese buenos días princesa que hace que te mueras ya de buena mañana. Esas cosas que siempre pasan en esas películas que nos gustan tanto, y seguramente nos pasaran alguna vez en la vida, pero que de momento estamos envidiando. Por esos momentos en los que lloras, cuando se muere alguien de la película, ese mejor amigo del chico, ese que siempre se estaba riendo, y aunque no hayas sentido lo que sienten los personajes, te sientes fatal por sentir que a la gente le pueden pasar esas cosas. Esos momentos en los que se te sale el corazón con esas preciosas frases de los personajes, que son tan reales, o que al menos quieres que lo sean.
- Soy feliz.
+ Creo que yo más.
- No yo muchísimo más.
+ Yo de aquí a Barcelona.
- Yo de aquí al cielo.
+ Pues yo mucho más.
- Así? Cuento?
+ A tres metros sobre el cielo.
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