A cada respiración algo nuevo que guardar para siempre y algo viejo que recordar; a cada respiración una palabra más por dejar escapar y una palabra que nunca se dijo; a cada respiración una nueva idea que realizar y una idea vieja que fue o no fue; a cada respiración una nueva sonrisa que nace y una vieja que trae nostalgia consigo; a cada respiración un suspiro por ti y uno viejo por alguien que ya no es en ti, que ya no te hace sentir.
A cada respiración le corresponde una lágrima, o dos o tres, de felicidad, de tristeza, de nostalgia, o de alguien. A cada respiración un nuevo yo y un yo que pasa y muere; a cada nueva respiración un nuevo amanecer en esta vida que es y no es, que esta y no esta, que pasa despacio y a veces rápido, que duele y que da sin recibir nada a cambio, que tienes siempre hoy.
A cada nueva respiración quererse, y quererse más que a nadie y querer a la vida contigo; quererse hoy y quererse como se es; quererse en soledad y quererse más en compañía. Quererse y tenerse como se tiene a la vida.
Verlo todo y sentirlo aquí a la vez que se va y ya no esta. Ni pararse a mirar ni correr a perseguirlo. Vivirlo y tenerlo por un momento y saber perderlo cuando pasa como pasa todo, como se pierde todo, como nos perdemos nosotros aquí o en nosotros mismos.
Y que rápido nos hacemos, nos hacen y nos vuelven a destruir, nos desmontan, nos descubren y nos conocen una y otra vez.
Con que frecuencia soy yo y dejo de serlo. Con que frecuencia respiro y llega algo nuevo, y llego yo de nuevo.
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