(te) Fuiste.

Y verte y sonreír.
Encontrar tu mirada con la mía pero demasiado lejos. Acercarme y sentirme bien. Pensar en el momento en que nos conocimos, cuando nos vimos por primera vez.
Recordar como me sentí al cruzar miradas y algunas palabras.
Sentir que hace una eternidad desde que me decidí a dar el paso contigo, desde que decidiste darlo también.
Y darse cuenta de como ha cambiado todo y de como hiciste que todo fuera diferente.

Y verte y sonreír, pero que no sea por ti desde hace tiempo.
Encontrar tu mirada con la mía, demasiado lejos, y aún así apartarla, mirar para otro lado y seguir. Seguir acercándome, pasar por tu lado como si nada y sentirme bien pero por mí, por superarte.
Pensar de nuevo en el momento en que nos conocimos, o no lo hicimos, siendo para siempre unos desconocidos.
Recordar el miedo y los nervios que sentí al mirarte y preguntarte el nombre. Miedo a que me gustaras aún más cuando me respondieras, y no al fracaso. Nervios por tenerte tan cerca, aceptándome, aunque fuera sólo al principio.
Sentir que hace una eternidad desde que dimos el paso y empezamos a hablar, pero también desde que dejamos de hacerlo.
Y darme cuenta de lo rápido que pasó todo, de lo rápido que todo cambió y te fuiste sin avisar, de como me cambiaste al llegar y la huella que dejaste al irte.