viernes, 25 de marzo de 2016

Todo nos cambia.

A veces pienso en lo rápido que pasa el tiempo, en como nos hacemos mayores sin darnos cuenta y crecemos día a día, tanto en edad y tamaño como personalmente.
Si pensamos en qué ha cambiado en un año tal vez creemos que nada, porque nuestra vida sigue igual de monótona y seguimos haciendo todo lo que hacíamos un año atrás, pero el tiempo pasa muy rápido y mientras pasa van pasando cosas de las que no somos conscientes en ese momento, y tal vez tampoco somos conscientes al largo de los años, pero hay cosas que sin darnos cuentas nos han dejado huella y nos han hecho crecer y cambiar. Porque sí, las personas cambiamos con el tiempo aunque creamos que no. Cambiamos y la gente que está a nuestro alrededor cambia con nosotros.
Hace cinco años atrás pensaba que nunca perdería a las que eran mis amigas de entonces. Estaba muy convencida de ello y yo sentía que sin ellas no sería nada lo mismo. Tenía razón, nada es lo mismo, pero sí que las he perdido y tal vez no deba utilizar el verbo perder porque todo sucede por algo y no se "pierde" a las personas porque sí, pero sí he perdido sentimientos, momentos y sensaciones que esas personas me transmitían y otras no lo hacen. Puede parecer que es negativo, y tiene parte de ello, pero también es positivo. Supongo que si cambiamos de compañías con el tiempo es porque todos vamos cambiando y evolucionando como personas y no todos lo hacemos igual.
De niña tenía una mejor amiga que aún sigo queriendo aunque no hablemos. Ella también lo hace y las dos nos echamos de menos. En el pasado intentamos muchas veces retomar el contacto y volver a estar como cuando eramos niñas, pero estábamos muy equivocadas y ninguna pudo. Las dos habíamos cambiado y ya no compaginábamos ni nos entendíamos. Ya no era como cuando eramos niñas. Ya no sentíamos las mismas sensaciones cuando estábamos juntas y cuando nos separábamos, nos sentíamos mal y seguíamos echándonos de menos. Y ahí estuvo nuestro error. Acabamos culpándonos mutuamente por no poder volver a ser amigas pero es que ya no eramos las mismas y ya no echábamos de menos a la persona que eramos entonces si no a las niñas que un día fueron mejores amigas. Esas niñas no pudieron volver y nuestra amistad tampoco.
Siempre me sentí culpable por cambiar, pero las dos lo hicimos y con el tiempo lo seguiremos haciendo. Quien sabe si en algún momento volvemos a conectar.
Nadie sabe cuanto durará una persona en la vida de otra, sólo sabemos que mientras la tenemos no queremos perderla, y cuando ya no está, encontramos a otra que no nos hace sentir las mismas sensaciones pero que nos hacen personas, nos hacen ser nosotras mismos de nuevo.
Sí que pasa rápido el tiempo. Y pasa la gente, Y pasan las cosas. Y nosotros seguimos aquí mientras todo pasa.

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