jueves, 10 de julio de 2014

Nuestro pequeño gran mundo.

A veces pienso que vivimos en un mundo muy grande, demasiado. Y a veces no. Podemos pensar que nosotros no pintamos nada en este mundo tan grande, que por nosotros solos no formamos nada aquí, igual que nuestra esencia, en un momento o en otro, nadie nos recordará, seremos un muerto más en este mundo. Las cenizas a las cenizas vuelven, o algo así leí en algún lugar. Todos volveremos de donde salimos, no literalmente, pero antes de nacer, todos somos olvido y nadie nos tiene en mente porque no somos nada, somos ceniza, y cuando morimos, tal vez no en ese preciso instante, pero no mucho después, el olvido nos vuelve a engullir y ya no somos nada. Y bueno, a lo que iba. Muy grande es este mundo para recordar todo lo que ha existido, todo lo que fuimos y lo que seremos, pero dentro de nosotros siempre hay un mundo distinto a todos, nuestro mundo. Un mundo de ideas, como decía Platón. Ese mundo es todo lo grande que nosotros queramos que sea, incluso a veces se nos hace muy pequeño, y si comparamos el mundo en el que vivimos con el mundo que todos nosotros creamos día a día, sin darnos cuenta, todo el mundo que creemos que existe deja de tener importancia, porque todo lo que hay en este mundo no podemos saberlo pero lo que nunca podremos olvidar es lo que todos tenemos en nuestro pequeño gran mundo, nuestro secrete e inalcanzable mundo de ideas.

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