sábado, 5 de julio de 2014

Nuestras tras una canción.

Otra noche más. Vuelvo a mirar a las estrellas y ahí siguen. Pero la luna no, la luna aún está por venir y hoy por fin esta llena, después de todo un periodo de encoger y crecer, su total monotonía, toda su vida. Suelo mirar las estrellas con la esperanza de que estés ahí, porque es lo más cerca de mi que puedes estar. Espero y espero a que una estrella fugaz pase y saber que eres tú, saber que es la señal que estaba esperando, pero mientras espero, cada día y noche, mi esperanza crece y encoge como la luna, mi total monotonía. Me mantengo despierta cantando nuestra canción, o más bien la tuya, esa que me cantabas cuando ya era de noche, cuando las estrellas nos observaban y sonreían, querían estar cerca y escucharte cantar, dormir y despertar una noche más. Tuvieron mucha suerte, y yo me quede sin. No tenia estrellas, y ahora todas son mías. Nuestras. Ahora estás con ellas y pueden escucharte cantar, pero yo no y dormir se me hace imposible. Sólo me queda mirarte desde aquí, pero con ello me conformo. Te siento aquí y más cerca no te puedo tener, ni tocarte puedo ya. Pero cuanto más brillan ellas, más contentas sé que están y mejor me siento al imaginarte cantando para ellas, con la esperanza de que, algún día, yo pueda volver ha escucharte. Puedo, y nunca dejare de hacerlo. Porque estás aquí y allí. All of the stars.

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