Lo sabes.

Te veo, y sonrió. Una sonrisa verdadera, de esas que sólo salen cuando te veo. Hablamos normal, como si nada hubiera pasado, como si nuestros labios no se hubieran tocado. Pero yo se que si. Y se que tus labios tocan los de otras. Pero mientras, tu mirada busca la mía, y yo, sin saber que hacer, me derrumbo, y busco un camino donde solo hay rocas. Lo sabes. Sabes que esto no esta bien. Sabes que tu mirada no me corresponde. Sabes que tu mirada me duele. Pero más me duele que seas capaz de mirarme, y mientras, tus labios estén con los de otra. Ella no se da cuenta. Pero bien sabemos nosotras dos, que no son simples miradas, que no son simples tristezas, que no son simples deseos. Bien sabemos los dos, que mis labios son tan tuyos, como los tuyos lo son míos.