sábado, 9 de junio de 2012
Felices...
Cuando vamos creciendo, nos vamos dando cuenta de que nada es como antes. Te das cuenta de que ya no esta esa niña que se ponía al lado de la pared, para saber cuanto había crecido; la que le pedía a su madre que le comprase cromos, para llenar su álbum; la que siempre iba con falditas, y su único miedo era que no le dijesen lo guapa que esta; la que se metía en la cama, y le decía te quiero a su madre, porque no quería perderla nunca, y lloraba por si al día siguiente ya no estaba; la que deseaba tener todos los peluches que pudiese encima de su cama; esa, que solo quería ser feliz, y no se daba cuenta de nada malo que pasaba a su alrededor. Y ahora, ya no somos así. Ahora ya no queremos crecer mucho, por miedo a que no nos queden bien los tacones; ya no queremos cromos, solo cremas, maquillaje, ropa y colonias; ya no vamos con falditas, y no queremos que nos digan cosas, hemos cogido miedo, a esa gente, que no tiene vida y va por la calle diciendo cosas a las niñas guapas; ya no les decimos te quiero a nuestras madres, aunque nos demos cuenta que cada día, la queremos mucho mas; los peluches, son una cosa mas de nuestra cama, pero eso si, que no los quiten, porque son un recuerdo de todo el pasado, de nuestra infancia, un recuerdo muy bonito, que siempre estará hay. Y ahora, por desgracia, nos damos cuenta de todo, incluso de las cosas que pasaron antes y no las vimos, de todo lo malo, y por eso, siempre nos comemos la cabeza, y acabamos mal, aunque siempre estemos bien. Porque motivos para llorar los tenemos todos, pero nunca vemos a nadie expresarlos, y así tendríamos que vivir todos, felices...
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